A veces, ni siquiera hace falta que alguien que se admiraba pierda poder o relevancia en la realidad exterior. Según va adhiriéndose a la experiencia de Lo que Es, uno va separándose de muchas aspiraciones y deseos, rindiéndose a una constatación cada vez más fidedigna de lo que verdaderamente tiene existencia. Se desprende de lo que le esclaviza y recobra su libertad original. Cualquier cantidad de esfuerzo, dificultad, perseverancia habrá valido sobradamente la pena.