Es muy común que cuando estamos a punto de culminar un logro parezca que, de pronto, todo se descacharra y va mal. Suele ser la prueba de que los guardianes del umbral están poniendo a prueba nuestra determinación a avanzar.
Entonces, en lugar de recular, lo único que tenemos que hacer es mantener el ánimo alto y seguir hacia delante. Un pie detrás del otro. Como si anduviéramos por un puente muy estrecho extendido sobre un abismo. No mires atrás, no mires abajo: mantén la vista en el horizonte y, sigue caminando todo lo lentamente que precises.
Con estas instrucciones te podrás relajar un poco y concentrarte en no permitir que tu Sombra imponga su ley de que, frente al miedo, tengas que salir corriendo. Esta prueba, como todas, es solo tuya..., hasta el final.