Quizás por mi manía de llevar la contraria, dado el estado general circundante de disparate nervioso, me había puesto yo muy seria a contrarrestar el mío. Y para mi sorpresa, el Universo, en su habitual interactividad supersónica, me ha lanzado un paquete de aceptación de mí misma que no deja de pasmarme desde hace un par de días. Como si algo muy dentro de mí hubiera comprendido de pronto que siempre fui "rara", que mi inclinación a profundizar y comprender más allá nunca fue compartida por demasiada gente a mi alrededor.
Y entonces algo en mi interior se ha relajado finalmente, al comprender que ya no tengo que hacer más esfuerzos por "encajar", que puedo ser yo misma a pierna suelta.... Una tranquilidad, oyes....