Sufrimos los Celos cuando deseamos lo que tiene el otro. Y puede afectar a cualquier bien, afecto, facultad, interés, etc. que pueda imaginarse. Su práctica siempre es síntoma del miedo que uno tiene a no ser suficiente por no considerarse adecuado ni precioso. Infravaloración que le lleva a creer que si tuviera lo que tiene el otro, valdría más. Que si hablara inglés, tuviera mejor compañía, viviera en ese sitio tan bonito, como el otro, no sufriría el malestar que siente.